Cuando comencé a escribir este artículo paralelamente leía las entrevistas de la página oficial del A&C 2008 (http://www.agility-argentina.com.ar/) además vi el reloj que indica los días, horas, minutos, segundos e incluso milisegundos … en esos momentos mostraba que quedan 53 días y 21 horas. En ese momento sentí que le tomaba de forma más precisa el peso a esta situación.
En lo personal, ingrese al mundo del agility chileno a mediados del año pasado, comencé a leer los artículos que hablaban de cómo se había formado, etc. Paulatinamente iba introduciéndome en las competencias conociendo gente, compartiendo opiniones a través de la red. Hoy me siento muy involucrado en esta actividad, y por todos lo que se ha logrado me siento muy feliz, por lo mismo puedo imaginar la enorme emoción que sienten nuestros seleccionados.
Leyendo la entrevista al representante de Guatemala (Dr. Juán León), quien comentaba que en Costa Rica, por ejemplo, el agility se practica hace 4 años aunque sin tener competencias todavía. En la entrevista también se comenta la situación de Guatemala donde exponen no existe aún un club estructurado. Lo otro que llamó poderosamente mi atención fue la frase “Los problemas han sido multifactorial, desde patrocinadores hasta grupales y personales por lo que estamos en este momento cursando uno de esos tiempos duros que serán familiares para muchos en otros países, pero que esperamos vuelvan los ánimos y tengamos un mejor comienzo”.
La sensación que me queda después de la lectura fue: en Chile el agility lleva pocos años, sin embargo ya contamos con un gran número de clubes, además de tener un torneo estructurado que finalizó de gran forma, sin olvidar el campeonato paralelo organizado por el club Chilcoa. Otro punto importantísimo es la formación de la C.C.A.
Es verdad que este maravilloso deporte crece a paso firme en nuestro país, pero no por eso nos debemos confiar, al contrario, debemos seguir trabajando con más entusiasmo para seguir logrando objetivos. Para esto es muy importante establecer contactos los demás países de la región, para compartir experiencias y a modo de poder prepararnos frente a algunas situaciones.
En conclusión, si bien somos un país jóven en el agility, nos debe quedar la sensación que estamos haciendo bien las cosas, vamos bien encaminados, pero no nos debemos confiar, hay que seguir trabajando para crecer sostenidamente y hacer de Chile un gran nombre en el concierto americano.
En lo personal, ingrese al mundo del agility chileno a mediados del año pasado, comencé a leer los artículos que hablaban de cómo se había formado, etc. Paulatinamente iba introduciéndome en las competencias conociendo gente, compartiendo opiniones a través de la red. Hoy me siento muy involucrado en esta actividad, y por todos lo que se ha logrado me siento muy feliz, por lo mismo puedo imaginar la enorme emoción que sienten nuestros seleccionados.
Leyendo la entrevista al representante de Guatemala (Dr. Juán León), quien comentaba que en Costa Rica, por ejemplo, el agility se practica hace 4 años aunque sin tener competencias todavía. En la entrevista también se comenta la situación de Guatemala donde exponen no existe aún un club estructurado. Lo otro que llamó poderosamente mi atención fue la frase “Los problemas han sido multifactorial, desde patrocinadores hasta grupales y personales por lo que estamos en este momento cursando uno de esos tiempos duros que serán familiares para muchos en otros países, pero que esperamos vuelvan los ánimos y tengamos un mejor comienzo”.
La sensación que me queda después de la lectura fue: en Chile el agility lleva pocos años, sin embargo ya contamos con un gran número de clubes, además de tener un torneo estructurado que finalizó de gran forma, sin olvidar el campeonato paralelo organizado por el club Chilcoa. Otro punto importantísimo es la formación de la C.C.A.
Es verdad que este maravilloso deporte crece a paso firme en nuestro país, pero no por eso nos debemos confiar, al contrario, debemos seguir trabajando con más entusiasmo para seguir logrando objetivos. Para esto es muy importante establecer contactos los demás países de la región, para compartir experiencias y a modo de poder prepararnos frente a algunas situaciones.
En conclusión, si bien somos un país jóven en el agility, nos debe quedar la sensación que estamos haciendo bien las cosas, vamos bien encaminados, pero no nos debemos confiar, hay que seguir trabajando para crecer sostenidamente y hacer de Chile un gran nombre en el concierto americano.